Los alcaldes dependientes de Cueva Foradada se reúnen para abordar los problemas de agua potable
La Comarca del Bajo Martín sigue pendiente de las analíticas para decretar el agua como potable en Urrea, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda, Albalate e Híjar. El resultado se prevé obtener este viernes, aunque mientras tanto se seguirá repartiendo agua
Varios alcaldes del Bajo Martín y Andorra-Sierra de Arcos dependientes del embalse de Cueva Foradada se han reunido este martes en la sede comarcal de Híjar para abordar los problemas de agua potable que han ido registrando a lo largo de estas semanas. Se trata de una situación que se lleva arrastrando desde hace meses por turbidez en la potabilizadora, y que empeoró todavía más a raíz de esta última DANA. La problemática se prevé revertir «en los próximos días», no obstante, este mismo miércoles se volverán a repartir garrafas de agua en poblaciones como la de La Puebla de Híjar.
Los pueblos dependientes de este embalse todavía están pendientes de las analíticas que se están llevando a cabo tras estas últimas lluvias torrenciales. Por el momento, Urrea, La Puebla de Híjar, Samper, Albalate e Híjar continúan sin suministro. El resto, Castelnou y Jatiel, aún disponen de agua gracias a que los bomberos han llenando sus depósitos municipales. El embalse también da servicio a Ariño y Oliete, en Andorra-Sierra de Arcos, aunque estas localidades mantienen por ahora el suministro gracias a abastecimiento de bomberos, captaciones como la de Alacón y realizando cortes puntuales para no desaprovechar.
El resultado se prevé obtener este viernes, según adelantaron desde Comarca del Bajo Martín tras el encuentro de este martes. DGA también apuntó este lunes que los niveles de turbidez se sitúan «muy próximos ya a los máximos recomendados para la potabilidad del agua«. De hecho, esta citación entre alcaldes y técnicos comarcales fue precisamente convocada para informar sobre estos últimos avances. «Sobre todo, queríamos comunicarles los trabajos que se han llevado a cabo en la potabilizadora este último fin de semana», apunta Adolfo Tesán, vicepresidente comarcal.
«No puede volver a ocurrir»
En el encuentro, no obstante, los alcaldes también trasladaron que «esta situación no podía volver a ocurrir». La falta de agua potable es una situación que ha complicado la vida diaria de los vecinos de estos pueblos durante este tiempo y que ni siquiera se ha vivido de la misma forma en todos los municipios. Todo comenzó cuando las riadas de este agosto provocaron turbidez en el agua de la potabilizadora. Desde entonces y hasta antes de la última DANA, la mayoría de poblaciones habían logrado restablecer su servicio, aunque después de varias semanas con problemas. Lamentablemente, el último temporal volvió a provocar que el agua se viera afectada por elevados niveles de barro, lo que incluso obligó a tener que cortar el suministro en su totalidad y cortes intermitentes. El viernes pasado este se recuperó, aunque sin potabilidad. «Se trabajó a destajo para recuperar el suministro porque lo que queríamos era que los vecinos tuvieran agua para fregar o cocinar», añade Tesán.
La potabilidad parece estar ahora más cerca después de que los niveles de turbidez hayan disminuido, aunque lo importante es «trabajar para que nunca más se vuelva a dar una problemática como esta» o que, por lo menos, pueda solucionarse antes. «Hay que tomar medidas, mejorar la instalación de la potabilizadora y arreglar la captación de agua, así como buscar otras alternativas. Todos los alcaldes tenemos la misma línea de trabajo. Hay que poner todos los medios para que, si vuelven a ocurrir riadas, hayan las menores afecciones posibles», traslada Carlos Ros, alcalde de Ariño.
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