Eres, Madre, columna donde abrazo mi esperanza, mi fe, mi desengaño. Eres roca que vence el más cruel lazo, y consuelo que alivia todo daño.
Tus dos manos sostienen mi caída, y en tu pecho reposa mi quebranto. Eres faro, eres guía, eres mi vida, y en tu manto se acuna mi canto.
Medallita de plata que me ampara, escudico que cuelga de mi cuello, desde niño tu imagen me declara que en tu luz se refleja lo más bello.
Ante ti, de rodillas, me presento, como antaño lo hicieron mis abuelos, y te ofrezco, Señora, lo que siento: mis amores, mis penas y mis cielos.
Nuestros hijos pasaron por tu frente, con sus risas, sus miedos y sus sueños, y aunque pido más veces que un creyente, sé que tú me respondes con empeño.
Porque eres tan inmensa como el río, como el Ebro que cruza nuestro suelo, y tu gracia nos limpia del hastío con su agüica bendita desde el cielo.
Desde Híjar, desde Urrea, desde el monte, desde el valle, la estepa y el sendero, te venero, Señora, en cada horizonte, y te canto en la jota que más quiero.
Pilarica, que estás dentro del alma, Pilarica, que sabes lo que siento… Míranos con tus ojos, con tu calma, ¡y verás cuánto amor por ti sustento!
Feliz día del Pilar y Feliz día de la Hispanidad VIVA ZARAGOZA ARAGÓN Y ESPAÑA!!!
ResponderEliminarSanta pilar bendita! Pilar de todas las pilares!
ResponderEliminarPilarica, columna de mi ser
ResponderEliminarEres, Madre, columna donde abrazo
mi esperanza, mi fe, mi desengaño.
Eres roca que vence el más cruel lazo,
y consuelo que alivia todo daño.
Tus dos manos sostienen mi caída,
y en tu pecho reposa mi quebranto.
Eres faro, eres guía, eres mi vida,
y en tu manto se acuna mi canto.
Medallita de plata que me ampara,
escudico que cuelga de mi cuello,
desde niño tu imagen me declara
que en tu luz se refleja lo más bello.
Ante ti, de rodillas, me presento,
como antaño lo hicieron mis abuelos,
y te ofrezco, Señora, lo que siento:
mis amores, mis penas y mis cielos.
Nuestros hijos pasaron por tu frente,
con sus risas, sus miedos y sus sueños,
y aunque pido más veces que un creyente,
sé que tú me respondes con empeño.
Porque eres tan inmensa como el río,
como el Ebro que cruza nuestro suelo,
y tu gracia nos limpia del hastío
con su agüica bendita desde el cielo.
Desde Híjar, desde Urrea, desde el monte,
desde el valle, la estepa y el sendero,
te venero, Señora, en cada horizonte,
y te canto en la jota que más quiero.
Pilarica, que estás dentro del alma,
Pilarica, que sabes lo que siento…
Míranos con tus ojos, con tu calma,
¡y verás cuánto amor por ti sustento!
¡Viva la Virgen del Pilar!