martes, 18 de junio de 2024

Podría haber muerto la loba de Alcañiz

La loba de Alcañiz podría haber muerto tras sufrir varias patologías

VÍDEO. El cánido no ha sido visto en dos meses, cuando fue fotografiado muy débil por un APN. Hubo una búsqueda infructuosa con la unidad canina de los Agents Rurals de Cataluña

La loba de Alcañiz podría haber fallecido esta primavera a causa de diversas patologías. La última vez que se la vio fue el 13 de abril claramente enferma, delgada, muy débil y con una considerable alopecia. Sin embargo, no se ha encontrado el cadáver. Fue el agente forestal que ha estado realizando el seguimiento exhaustivo de los lobos de Alcañiz el que la tuvo a tres metros y pudo fotografiarla en una zona cercana a un corral de Puigmoreno. En ese área se había refugiado, hallaron excrementos y varios encames. Estas últimas imágenes certificaban que estaba gravemente desmejorada debido a lo que parecía sarna, tal y como habían ido intuyendo durante el mes de marzo. Desde hace más de dos meses no se encuentra ni rastro de ella, ni en las cámaras de fototrampeo de los Agentes de Protección de la Naturaleza (APN) de DGA ni excrementos que confirmen su presencia en el territorio. Tal y como confirma el director general de Medio Natural, Alfonso Calvo, dan por muerto al animal.

Un cazador experimentado fue de los primeros en alertar a los APN de la pérdida de pelo del cánido tras avistarla en la zona del Regallo, el 12 de marzo. Al día siguiente, un fotógrafo aficionado también colaborador de los forestales la retrató y en las imágenes se la veía con pérdida de pelaje. Estas voces de alerta hicieron extremar las labores de observación de las cámaras de fototrampeo. Cabe destacar que hay 11 de estos dispositivos distribuidos en varias zonas de Alcañiz para el seguimiento de la presencia de esta especie y que han permitido realizar el seguimiento del animal durante los cuatro años en los que la loba ha habitado el Bajo Aragón.

La evolución del deterioro de la hembra de cánido fue rápida y los veterinarios expertos creen que sufría más de una patología. «En las condiciones clínicas en las que la vimos en las primeras imágenes, sometidas a análisis por los veterinarios de la Alfranca, se descartó la intervención. Creemos que tenía algo más que sarna y los veterinarios aconsejaron no producirle estrés ni capturarla porque arriesgábamos su vida. Estaba en sus últimos momentos. Además de sarna, detectamos una pequeña herida en el lomo; parecía como si algún animal hubiera aprovechado la enfermedad para atacarla. Sin embargo no lo hemos podido demostrar porque no logramos capturarla», explica el director general de Medio Natural del Gobierno de Aragón, Alfonso Calvo.



Se le proporcionó comida medicalizada, pero nunca llegó a probarla. A finales de marzo había sido grabada por las cámaras algo débil y cojeando; en abril ya era piel y huesos. «La vi muerta, muy delgada. La tuve a 15 metros, apartada del corral, aunque aún corría. Empezaron a ladrar los perros y huyó», explica el ganadero que la vio el 10 de abril y que prefiere no dar su nombre. A los tres días un equipo de varias personas especializadas, APN y colaboradores, organizaron una búsqueda para encontrarla y poder analizar su estado. Era 13 de abril. Pudo ser fotografiada a muy poca distancia por un APN y ya no se la ha visto más

Todos estos avistamientos son otro indicativo de que el cánido no se encontraba bien, dado que se trata de animales extremadamente esquivos y huidizos que no son vistos con facilidad por el hombre.

El operativo de búsqueda

La condición agónica en la que fue retratada, apenas con fuerzas para caminar, apresuró las labores para tratar de dar con ella, viva o muerta. Para esto se contó con la colaboración del grupo de la unidad canina de los Agents Rurals de Cataluña, donde se encuentran importantes expertos del país en seguimiento y control de la población de lobo, cada vez más amplia en la comunidad vecina. La intervención de este operativo, coordinado por DGA y los APN de Alcañiz, se produjo el 24 de abril, con una exploración profunda durante todo un día en varias zonas del término de Alcañiz.

Sin embargo no fue encontrada, por lo que tanto los agentes forestales catalanes, como los APN, veterinarios y otras fuentes especializadas del Gobierno de Aragón creen que el animal, dado su estado de debilidad, podría haber buscado un lugar seguro, escondido y tranquilo para morir. «Hicimos todo lo posible. Tratamos de capturarla con los rastreadores catalanes, fue imposible encontrarla. Le propiciamos incluso comida, pero no la tocó. Estaba al borde de la muerte. En estos casos lo mejor es dejarlos morir. Sedarla para traerla a la Alfranca, donde la podrían haber examinado, que no curarla, habría acabado con su vida. No hemos encontrado el cuerpo pero, en las condiciones en la que la vimos, es muy difícil que pudiera haber sobrevivido», añade Calvo.

Dada la alopecia que muestran las imágenes resulta evidente según los expertos que padecía sarna. Algunos lobos sobreviven a esta enfermedad y otros no, dependiendo de su sistema inmunitario. La sarna en los lupinos está creciendo en toda la península y ha sido detectada en ejemplares de comunidades como Galicia, Asturias y Castilla León. Sin embargo la sarna de los carnívoros no es tan agresiva como en los herbívoros, es habitual en los zorros y algunos sobreviven pese a perder el pelaje. De ahí que no se descarten otras enfermedades como leishmania, cuya prevalencia también ha aumentado en esta especie. De hecho, un estudio reciente de la Universidad de León (Occurrence of Leishmaniasis in Iberian Wolves in Northwestern) alerta de la presencia de esta infección en zonas como la Sierra de la Culebra, con índices del 57%. La leishmaniosis es según este estudio una enfermedad creciente por el aumento de las temperaturas derivadas del cambio climático y empieza a afectar a poblaciones de animales que antes nunca habían sido desafiadas por este patógeno.

Cabe recordar que la loba atrajo a dos machos itálicos hace dos inviernos. Uno fue atropellado en la carretera N-232 en abril de 2023 pero el otro permanece en Alcañiz. Son tan esquivos que no se detectó la presencia de tres lobos hasta que uno de estos machos murió y la loba fue grabada con otra pareja escasos días después. Este lobo superviviente sigue en la zona y fue grabado por las cámaras el jueves pasado en perfecto estado. En este sentido, cabe señalar que otra de las hipótesis que hacen barajar que la loba no haya fallecido de sarna es que el lobo no se ha contagiado de una enfermedad que se transmite rápidamente por contacto.

Era habitual verlos a ambos en la mayoría de las grabaciones, como pareja estable, y se esperaba incluso que pudieran criar. De hecho, por cómo había engordado la loba en las imágenes y sus hábitos en 2023, no se descarta que la pasada primavera hubiera podido quedar preñada aunque la camada no saliera adelante. Los lobos son especialmente fieles a su pareja, se mantienen unidos toda su vida, y se protegen. Por eso no se descartó tampoco que el macho estuviera suministrando comida a la hembra en algún lugar donde se hubiera refugiado. La pareja no aparece junta en las imágenes de foto trampeo desde el 1 de abril.

La presencia de una pareja formada por una loba ibérica (Canis lupus signatus) y un lobo itálico (Canis lupus italicus) era un hecho biológico histórico y su cruce habría dado lugar a una estirpe excepcional que habría centrado las miradas científicas en Alcañiz. La debilidad genética del lobo ibérico es objeto de preocupación, probablemente sea la causa del deterioro rápido de la loba alcañizana, y está provocando la pérdida de población. De ahí que el lobo esté declarado como especie protegida desde 2021, por lo que está prohibida su caza. Este caso excepcional se remonta a 2018 con una pareja de lobas que llegaron a la comarca de Cariñena procedentes del interior peninsular. A una de ellas se le perdió la pista y la otra fue la que llegó hasta Alcañiz.

La loba fotografiada en la zona de Puigmoreno donde fue vista por última vez./ APN

El lobo que queda, al que llaman ‘Cuello Blanco’, ya solitario, es uno de los tres que viven en Aragón y no se descarta que pueda atraer a otra loba. Por el momento, permanece en el término municipal alcañizano y se recomienda que los ganaderos mantengan los pastores eléctricos de 1,80 y las medidas de protección recomendadas. No obstante, la cifra de ataques a ganado sigue estable y los lobos se han estado alimentando de fauna salvaje, principalmente de corzos, conejos y zorros.

Precisamente, este martes 18 de junio hace un año del último ataque de lobo a ganado en el Bajo Aragón. Hoy «apenas si se escucha ya el canto del lobo», como diría Félix Rodríguez de la Fuente.

Desde el Gobierno de Aragón y los agentes forestales se quiere agradecer el trabajo colaborativo y comprometido de cazadores, ganaderos, naturalistas y otros colectivos que durante este tiempo han estado conviviendo con una situación que ha generado tensiones políticas a nivel municipal, provincial y autonómico. Las reuniones entre afectados y reivindicaciones de las partes implicadas se han ido aminorando en los últimos meses; aullidos amortiguados principalmente por el control de los ataques a ganado y el aprendizaje mutuo para convivir con una especie que en el Bajo Aragón es endémica. En las pinturas medievales (S.XIII) del Castillo calatravo ya destaca la presencia de una loba, cuya continuidad es una incógnita hoy en la tierra que lleva al cánido en el apellido, la tierra del Guadalope, guada (agua viva) y lope (lobo): río de lobo.

PERIODICO :La Comarca

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