Si ayer dije que ya no quedaban patos en La Badina, ayer por la tarde baje una de las muchas veces que bajo por allí y me encuentro con la sorpresa del que el pato negro estaba nadando tranquilamente en La Badina.
La historia de este pato es curiosa, es un pato que yo traje de Zaragoza hace bastante tiempo, al menos cuatro años antes de la pandemia, cuando desaparecieron todos los patos de aquellos que traje, este también desapareció yo ya los di a todos por muertos , pasó la pandemia y bastante tiempo mas, como un par de años estuvo desaparecido, volví a pedir paros en Zaragoza, y justo el día de antes de soltarlos, como si supiera que iba a bajarle compañía aparece de nuevo, dejándose acercar a pesar de lo salvaje que se debería haber hecho en estos dos años.
No acaba la historia aquí, todos los patos que había echado fueron desapareciendo, creo que por las muchas alimañas que hay por los alrededores, hasta quedar solamente tres entre ellos este pato negro de pronto un día desaparecieron dos mas quedando uno pequeño que crié en mi corral, pero al final con las cuatro riadas que bajaron este año desapareció también.
Tres meses hemos tardado a poner la palanca porque bajaba mucha agua en el río, pues justo el mismo día que la ponemos vuelve el pato negro a nuestra Badina, no llevaba nada para darle de comer pero se me dejo acercar hasta dos metros, por la tarde le bajo de comer y no esta ya, me doy cuenta de que esta encima del puente, comienzo a llamarle y rápidamente me sube hasta donde estoy y poder darle de comer, no sé si quedará mucho mas pero la verdad se me hace raro que un pato que ya es salvaje siga acudiendo a mis llamadas.
Intentaré seguir alimentando mientras siga por estos lugares.
Toño
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