Muchos jóvenes dirán , pero de que esta hablando este, pues si la lana ya limpia la empleábamos para meterla en los colchones y así dormir bien calentico todos lo inviernos, la lana se lavaba para hacer un colchón nuevo , pero después cada año se vareaba para ponerla hueca, de mis recuerdos de chico , uno de los grandes placeres que había era echarte a la cama después de varearla, te hundías en la lana y dos tres noches dormías de maravilla, después poco a poco se iba compactando y ya quedaba como antes.
Había vareadores que iban por las casas y encima de un cañizo se ponía la lana y con una vara la iban removiendo hasta dejarla hueca.
Aquel oficio se perdió , ahora todo son colchones de muelles , del gel y hasta de agua, dicen que con estos la columna se protege mas , pero entonces tan bien dormíamos bien, y ahora me hace mal la columna.
Y la lana por muchos sitios he visto hasta la tiran. Toño
¡¡Buena recolección de una pequeña parte de nuestra memoria histórica!! Recuerdo perfectamente a los "vareadores". Si no me falla la memoria uno de ellos, y del que yo más recuerdo, era el tío Dionisio. Y mi recuerdo más cercano a ello era el acústico: todavía resuena en mis oídos el típico golpeo de la vara a la lana. Gracias Toño de nuevo por tu paciente y eficaz labor de historiador de nuestro pueblo. Miguel Martín Rodrigo
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