Publicación de el periódico:
Heraldo de Aragón. Periódico independiente.
Dos ediciones diarias
Propietario: Antonio Motos
Año VIII, Zaragoza, sábado 1º de febrero de 1902, Nº
1977.
Urrea esta que arde, decíame anoche mi
querido amigo Luis Bernad, y a fe que jamas la manoseada frase hecha, se empleó
en circunstancia de tanta propiedad.
En sus plazas chisporrotean
hogueras colosales, cuya humareda difunde por todos los ámbitos de la población
aromáticas emanaciones de alhucema y tomillo; en los ojos de sus mujeres brilla
llamaradas volcánicas que prenden en los pechos masculinos incendios
inextinguibles; y en sus calles, lucen por vez primera un centenar de lamparas
eléctricas que de hoy para siempre han disipado las tinieblas de la noche.
Los habitantes de Urrea
sentíanse poseídos de noble envidia al contemplar desde los puntos elevados de
la población las lamparas incandescentes que alumbran las calles de Hijar y
Albalate del Arzobispo, y dijeronse; ¿por qué no hemos de gozar también
nosotros de los beneficios del progreso?, ¿por qué no hemos de tener luz?. La
idea concebida por unos pocos, fue bien
pronto acariciada por todos, y a poco de su dichiara iniciación, convertida en hermosa realidad por obra y gracia de La Sociedad Electrodinamica de Albalate
del Arzobispo.
Anoche se inauguró un nuevo
alumbrado y con ocasión de tan fastuoso acontecimiento Urrea está de fiesta y
de fiestas grandes, suntuosas, como jamas las vieran los habitantes de la
comarca ribereña del Martín.
Invitado galantemente por la
comisión organizadora, he tomado parte muy activa en los festejos y de ellos
voy a dar cuenta a los lectores del Heraldo.
Ayer, a las 4 de la tarde,
se celebro la solemne bendición del
transformador, a cuyo fin, el clero, las autoridades e invitados se trasladaron
en lucida procesión organizada en la parroquia, a la casa en la que se halla
instalada la central. Terminada la ceremonia religiosa, que resulto por todo
extremo, simpática y conmovedora, entre
las autoridades y representantes de La Sociedad Electrodinamica de
Albalate, se cruzaron frases de cortes saludo y mutuo afecto. El alcalde
ofreció a sus huéspedes las fiestas en su honor organizadas, y por su parte La
Electrodinamica, deseando asociarse de algún modo al regocijo popular,
ofreció a la primera autoridad local de
Urrea una espléndida limosna para los pobres del pueblo.
El momento de la llegada de
la corriente fue por demás emocionante e interesante. Al prenderse la luz, las
campanas de la Iglesia voltearon alegremente, las rondallas rompieron en
acordes de jota y los cohetes detonaron en el espacio, mientras la regocijada
multitud que llenaba la plaza del Ayuntamiento y calles adyacentes, prorrumpía
en vivas a Urrea y Albalate. En la plaza se había instalado un bonito arco de
lamparas eléctricas que esparcían una claridad verdaderamente cenital.
A las 7 de la noche se
celebró en el salón consistorial, espléndidamente alumbrado, un banquete de 80
cubiertos, ofrecido por el Ayuntamiento y por los contribuyentes de Urrea a La Electrodinamica de Albalate. Maravillado
quedé al ver la artística disposición de la mesa, no menos que por apreciar la
suculencia de los manjares servidos. En Urrea se hacen las cosas bien o no se
hacen. Verdad es que la organización corrió a cargo del respetable Señor Escoin
y del joven y simpático medico de la localidad Sr. Securun y que el servicio
corrió a cargo del restaurant Fornos de esa localidad, que envío a Urrea la
plana mayor de sus cocinas y su buffet. De entrambos lados del ramillete
central e impresos en artísticas vitelas estaban el menú y un álbum que fue
suscrito por todos los comensales y regalado por el alcalde a la sociedad
festejada.
Ocupaban la presidencia los
señores alcalde y D José Rivera, alma de la Electrodinamica a cuyos lados
ocupaban puestos de honor los diputados provinciales señor Galman, Orna y
Escoin, el alcalde de Albalate Sr. Rivera, (D. Juan), el párroco de Urrea, Sr.
Turón, el juez de instrucción del partido Sr. Casafranca y otros cuya lista
seria interminable.
Al destaparse el champagne,
que también en Urrea se gasta en ocasiones solemnes, (Moet et Chandon era el de
anoche), inició los brindis el señor alcalde que ofreció el banquete y la
contestó el Sr. Rivera agradeciendo el obsequio. A estos brindis siguieron
otros no menos francos y expansivos y hube de levantarme a contestar brevemente
la cariñosa alusión que a la prensa de la región y de Zaragoza hizo el Señor
Pascual y Orna.
La sobremesa fue amenizada
por “La Coba”, notavilisima rondalla de Albalate de que es director el joven
abogado Don José Rivera, que como se ve, lleva allí personalidad tan múltiple
como simpática.
Hubo jota¡ ya lo creo!, en
la cual se lucio primores de voz y de estilo el niño Enrique Bernad, también de
Albalate, que según las trazas dejarán chiquitos a todos los cantadores que han
pisado las tablas de ese teatro Principal.
Después del banquete hubo
serenata a las autoridades.
Y hoy continuaran las
fiestas de las que Urrea guardara memoria perdurable.
Nuestra enhorabuena a Urrea
de Gaen que en esta ocasión ha demostrado no ceder a ningún otro pueblo en
galantería y amor al progreso.
Crónica
de J. Jiménez Baselga.