sábado, 30 de noviembre de 2013

Allá por el 1902




Publicación de el periódico:
 Heraldo de Aragón. Periódico independiente. Dos ediciones diarias
                       Propietario: Antonio Motos
            Año VIII, Zaragoza, sábado 1º de febrero de 1902, Nº 1977.

Urrea esta que arde, decíame anoche mi querido amigo Luis Bernad, y a fe que jamas la manoseada frase hecha, se empleó en circunstancia de tanta propiedad.
En sus plazas chisporrotean hogueras colosales, cuya humareda difunde por todos los ámbitos de la población aromáticas emanaciones de alhucema y tomillo; en los ojos de sus mujeres brilla llamaradas volcánicas que prenden en los pechos masculinos incendios inextinguibles; y en sus calles, lucen por vez primera un centenar de lamparas eléctricas que de hoy para siempre han disipado las tinieblas de la noche.
Los habitantes de Urrea sentíanse poseídos de noble envidia al contemplar desde los puntos elevados de la población las lamparas incandescentes que alumbran las calles de Hijar y Albalate del Arzobispo, y dijeronse; ¿por qué no hemos de gozar también nosotros de los beneficios del progreso?, ¿por qué no hemos de tener luz?. La idea concebida por  unos pocos, fue bien pronto acariciada por todos, y a poco de su dichiara iniciación, convertida en  hermosa realidad por obra y gracia  de La Sociedad Electrodinamica de Albalate del Arzobispo.
Anoche se inauguró un nuevo alumbrado y con ocasión de tan fastuoso acontecimiento Urrea está de fiesta y de fiestas grandes, suntuosas, como jamas las vieran los habitantes de la comarca ribereña del Martín.
Invitado galantemente por la comisión organizadora, he tomado parte muy activa en los festejos y de ellos voy a dar cuenta a los lectores del Heraldo.
Ayer, a las 4 de la tarde, se celebro la solemne bendición  del transformador, a cuyo fin, el clero, las autoridades e invitados se trasladaron en lucida procesión organizada en la parroquia, a la casa en la que se halla instalada la central. Terminada la ceremonia religiosa, que resulto por todo extremo, simpática y conmovedora, entre  las autoridades y representantes de La Sociedad Electrodinamica de Albalate, se cruzaron frases de cortes saludo y mutuo afecto. El alcalde ofreció a sus huéspedes las fiestas en su honor organizadas, y por su parte La Electrodinamica, deseando asociarse de algún modo al regocijo popular, ofreció  a la primera autoridad local de Urrea una espléndida limosna para los pobres del pueblo.
El momento de la llegada de la corriente fue por demás emocionante e interesante. Al prenderse la luz, las campanas de la Iglesia voltearon alegremente, las rondallas rompieron en acordes de jota y los cohetes detonaron en el espacio, mientras la regocijada multitud que llenaba la plaza del Ayuntamiento y calles adyacentes, prorrumpía en vivas a Urrea y Albalate. En la plaza se había instalado un bonito arco de lamparas eléctricas que esparcían una claridad verdaderamente cenital.
A las 7 de la noche se celebró en el salón consistorial, espléndidamente alumbrado, un banquete de 80 cubiertos, ofrecido por el Ayuntamiento y por los contribuyentes de Urrea  a La Electrodinamica de Albalate. Maravillado quedé al ver la artística disposición de la mesa, no menos que por apreciar la suculencia de los manjares servidos. En Urrea se hacen las cosas bien o no se hacen. Verdad es que la organización corrió a cargo del respetable Señor Escoin y del joven y simpático medico de la localidad Sr. Securun y que el servicio corrió a cargo del restaurant Fornos de esa localidad, que envío a Urrea la plana mayor de sus cocinas y su buffet. De entrambos lados del ramillete central e impresos en artísticas vitelas estaban el menú y un álbum que fue suscrito por todos los comensales y regalado por el alcalde a la sociedad festejada.
Ocupaban la presidencia los señores alcalde y D José Rivera, alma de la Electrodinamica a cuyos lados ocupaban puestos de honor los diputados provinciales señor Galman, Orna y Escoin, el alcalde de Albalate Sr. Rivera, (D. Juan), el párroco de Urrea, Sr. Turón, el juez de instrucción del partido Sr. Casafranca y otros cuya lista seria interminable.
Al destaparse el champagne, que también en Urrea se gasta en ocasiones solemnes, (Moet et Chandon era el de anoche), inició los brindis el señor alcalde que ofreció el banquete y la contestó el Sr. Rivera agradeciendo el obsequio. A estos brindis siguieron otros no menos francos y expansivos y hube de levantarme a contestar brevemente la cariñosa alusión que a la prensa de la región y de Zaragoza hizo el Señor Pascual y Orna.
La sobremesa fue amenizada por “La Coba”, notavilisima rondalla de Albalate de que es director el joven abogado Don José Rivera, que como se ve, lleva allí personalidad tan múltiple como simpática.
Hubo jota¡ ya lo creo!, en la cual se lucio primores de voz y de estilo el niño Enrique Bernad, también de Albalate, que según las trazas dejarán chiquitos a todos los cantadores que han pisado las tablas de ese teatro Principal.
Después del banquete hubo serenata a las autoridades.
Y hoy continuaran las fiestas de las que Urrea guardara memoria perdurable.
Nuestra enhorabuena a Urrea de Gaen que en esta ocasión ha demostrado no ceder a ningún otro pueblo en galantería y amor al progreso.

                                               Crónica de J. Jiménez Baselga.

1 comentario:

  1. Ya se podía ir contento el periodista con el Moet et Chandón y bien cenado, pagado por los contribuyentes de Urrea.
    Lo que no dice es que alguno, en su afán de ver el primero la luz, se fue a los Maderos Royos para verla cómo bajaba de Albalate.

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