jueves, 7 de noviembre de 2024

Recuerdos de mi infancia .El puente pequeño (1-2)

EL RÍO Y SU PUENTE


Era todo un espectáculo bajar al río cuando bajaba bastante agua. Las gentes venían de coger las olivas con las caballerías cargadas con sacos de olivas, y la caballería pasaba medio nadando por el río, o cargadas de mieses. Lo que no recuerdo es por dónde pasaba el hombre ya que, por supuesto, no existía ningún puente.





Entonces pensaron en hacer una pasarela de madera por donde podían pasar los carros y poder pasar las olivas en invierno sin las tragantonas que se estaban pasando. Mi padre como carpintero estuvo construyendo esta pasarela junto a los carpinteros del pueblo. La recuerdo aún puesta. Estaba a la salida donde ahora sale el barranco de Las Almas. ¡Qué contentos estaban los labradores! Podían pasar sin mojarse ellos y las caballerías, pero aquello no duró mucho, tal vez año o año y medio, y una nueva riada se llevo la pasarela.





Y otra vez, como antes, la gente pedía ¡Ya! un puente sobre el río para poder cultivar las tierras más fértiles del pueblo al otro lado, en la Hoya del Moro. Y al final se consiguió el objetivo y se empezó a hacer un puente. El puente quedó acabado y la gente comenzó a decir que si no era muy grande. Creo que subestimaron la capacidad que podía tener el Martin y se puso de moda aquella frase que decían: ¡Mira que cuando se le hinchan las narices al Martin baja mucha agua!








                                                 


Se inauguro el puente con autoridades y mucha gente porque había mucha expectación sobre el puente






No hay comentarios:

Publicar un comentario