En otras ocasiones hablé de los jugadores que llegaron a primera división, como fueron los Mina, hoy me gustaría hablar de un árbitro de fútbol de Urrea que aunque no llegó a primera división, si que estuvo pitando por esos campos de Navarra, y que yo recuerde es el único que ha habido en Urrea, se trata de Miguel Martin, por todos muy conocido en Urrea por ser uno de los Victorianes y también por ser cura de San Juan de Dios y que cada vez que puede se acerca por el pueblo y celebra misa cuando el esta por aquí.
Como decía pitaba en los campos de Navarra , no sé en que categoría, seguro que él nos lo explicara en sus comentarios , pues como ya sabéis es gran seguidor de este blog, así como esperamos que nos cuente alguna anécdota, entre la que yo me sé, se encuentra esta que un día estando pitando de linea lo engancharon con la gayota de un paraguas y lo debió pasar mal.
A la espera de que el nos cuente algo mas hay os mando una foto de aquellos tiempos en los que el amigo Miguel tenia mas pelo. Toño
Pues sí, Toño es cierto lo que dices incluída la anécdota. Y hay alguna más. Eran partidos "clásicos" entre pueblos navarros que se "querían mucho"...imagínate un HIjar-Albalate de entonces. En el Colegio Navarro de Arbitros coincidí con el gran Daniel Zariquiegui, árbitro de Primera en aquel tiempo; y otros más que luego asecenderían a Primera y tendrían su momento de gloria: Orrantía -primero en expulsar en España a Cruif, Juango Ruiz -primero en expulsar a Shuster-...ya sabes que los navarros son muy echados p'alante...
ResponderEliminarFue una buena experiencia humana y, de paso, me permitió ganar algún dinerillo que venía muy bien...y además con el Carnet de Arbitro entraba gratis en todos los campos de España (aunque solo lo utilice en el Sadar y una vez en La Romareda). Pues sí, tenía más pelo y menos kilos...UN abrazo. Miguel Martín Rodrigo
Pues efectivamente, yo soy testigo de la seriedad y entusiasmo con que Miguel se tomó su trabajo como árbitro de fútbol en plena adolescencia. Por supuesto que esto no le despistó de su responsabilidad académica en el Colegio San Juan de Dios de Pamplona. Sé que fue un magnífico estudiante y desconozco la calificación que en Colegio de Arbitros de darían como tal, aunque él se lo tomaba a pecho. Porque hay que tener agallas para salir todos los domingos de un seminario religioso y ponerse a pitar partidos de fútbol por los pueblos de Navarra, jugándose más de una vez el físico. Le felicito a Miguel por todo ello, con amor de hermano RAMON MARTIN
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