Una vez acabada la estructura llegaron los montadores del plástico, en pocos días lo cubrieron todo, la huerta de esa zona era otra cosa con este plástico blanco que resplandecía a la luz del sol.
Y así de bonito quedó por dentro, ya con su tierra preparada para recibir a las tomateras y empezando a calentarse por dentro por los rayos del sol.
Todo listo la balsa, las mangueras y los plásticos puestos.
Carlos al fin puede levantar los brazos y decir esto se ha acabado, satisfecho y sonriente por terminar una gran obra.
Pero ahora queda trabajo y mas trabajo con los tomates, deseamos que puedas gestionar bien la venta de estos y ojalá puedas darte vida con esta nueva forma de trabajo en Urrea, eres un nuevo emprendedor.
¡Que tengas mucha suerte Carlos!
Toño
Un gran trabajo sin duda, hace falta mucha fuerza, energía y valor para hacer lo q has hecho. Eres un gran ejemplo para todos .Enhorabuena y sigue así.
ResponderEliminarPersonas así sé necesitan para el pueblo muchísima suerte gran emprededor
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