Esta era una cola que empleábamos en la escuela para pegar papeles y alguna cosa de manualidades, se sacaba el tapón y llevaba una barrita de plástico que acababa en una paleta y es con la que untábamos lo que queríamos pegar.
El borrador de pizarras, era una madera con fieltro pegada para poder borrar las cosas que escribiamos o pintábamos en las pizarras, la madera llevaba un rebaje para poder cogerlo bien con los dedos.
La leche en polvo, exactamente no era esta la que nos daban en la escuela, aquella venia en unos sacos de papel, no se exactamente que marca era.
Cada día nos encargábamos de poner la leche dos chicos para toda escuela, la poníamos en un hornillo en una perola grande y echábamos la cantidad de agua y de leche que nos decían y le dábamos vueltas con una caña porque se hacían muchos grumos, nos obligaban a tomárnosla, pero si el maestro se despistaba un poco muchos la tirábamos, era bastante mala de sabor, todos los días nos subíamos el vaso de casa que solia ser de plástico , y para mejorar el sabor algunos subíamos ya en el vaso el Colacao y el azúcar, que muchas de las veces no llegaba hasta cuando te echaban la leche, porque tenias el vaso en el pupitre, y no parábamos de meter el dedo mojado en la boca y se pegaba el contenido hasta que no quedaba nada.
El molinillo de café , este era uno de los divertimentos de los chicos, cuando se molia el café siempre pedíamos que nos dejarán dar vueltas a nosotros, este constaba de unos piñones que se hacían girar por una manivela y que iban picando el café hasta que caía molido a un cajón que había debajo, cuando acabamos de moler nos encantaba abrir el cajón y oler el aroma del café. Luego ya llegaron los molinillos eléctricos, pero ya no tenían el mismo encanto.
Toño
No hay comentarios:
Publicar un comentario