miércoles, 4 de noviembre de 2020

Anécdotas, El Control



EL CONTROL


Después de la guerra, eran épocas del estraperlo. Las comidas y las bebidas escaseaban sobre todo en las ciudades. Las gentes de los pueblos podían sobrevivir con el aceite que tenían, las hortalizas y las patatas, también con los cerdos, pollos y conejos que  se criaban en los corrales. Como había abundante vino, casi la única bebida alcohólica que se bebía, algunas gentes del pueblo se dedicaban a subir a Zaragoza con los carros, por la noche, con comidas escondidas en ellos, a estos se decía que se dedicaban al estraperlo. Como esto  estaba creciendo, pusieron en las entradas de Zaragoza unos controles y a todo que cogían con comida o bebida le hacían pagar una tasa. Cada familiar que subía del pueblo con un pollo o conejo o un trozo de jamón, lo paraban en el control y a pagar.

El tío Segundo, abuelo de los segundos que ahora viven en Urrea, un día decidió ir a ver unos familiares que tenía en Zaragoza y pensó que les llevaría medio cántaro (5 litros) de vino para que pudieran bebérselo.

Al llegar a la entrada lo paran en el control:

  • ¿ A ver, qué lleva usted ahí?
  • Pues cinco litros de vino. 
  • Tiene que pagar cinco pesetas.      

El tío Segundo se quedó pensando y les dijo: 

Pues el vino pasara sin pagar

Y los del control que tenia que pagar el vino

El tío Segundo se sentó en una acera y poco apoco se bebió los cinco litros de vino.

Llega al control y pregunta: 

  • Puedo pasar ahora sin pagar. 
  • Ahora ya pude usted pasar.
  • Ya les dije que el vino pasaría sin pagar

A los que peor les fue fueron a los familiares que se quedaron sin los cinco litros de vino, tampoco sé si el tío Segundo encontró la casa de su familia


3 comentarios:

  1. Lo realmente gracioso de este asunto fue que le dijeron los de tasas Que sin pagar no pasaba el vino y elbtio Segundo que si, que pasaría sin pagar y cuando se bebió el vino decia... que! Pasa o no pasa!!!...

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  2. Si que había oido este comentario alguna remota vez , pero no me acordaba bien del resultado final, gracias por ayudarnos a completar la anécdota

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