lunes, 21 de octubre de 2013

El tocino de San Anton (Anécdotas)








Hubo un tiempo en que un tocino andaba suelto por todo el pueblo de Urrea, esto fue una invención del tío Vicente el “Hornero”, que siendo prior de San Antón allá por el año 1945, se le ocurrió la idea de comprar un tocino pequeño y soltarlo en el pueblo y que la gente le diera de comer allí por donde pasara.
La gente le iba dando lo que tenía en casa  pan seco, panollas de maíz, patatas..., mientras el tocino iba engordando y engordando.
El cerdo iba y venía por las calles de Urrea y cuando llegaba la noche, allí donde estaba, se echaba a dormir, bien en el trinquete o en cualquier rincón de alguna calle seguro que alguna gamberrada de los mozos o de los chicos se llevaría.
El día de San Antón rifaban el cerdo entre todos del pueblo, al que le tocara seguro que haría una gran fiesta en su casa y así  pasaban a soltar otro pequeño para que se criara durante todo el año.
Esto vino a durar unos 5 años, después la gente empezó a cansarse y desapareció la costumbre.
Hay un dicho que dice: A todo cerdo le llega su San Martín, pero al cerdo que iba por Urrea lo que le llegaba era su San Antón.





3 comentarios:

  1. que pocos moros vivian entonces en urrea

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  2. Encuentro que fue una idea muy original y bonita me ha gustado mucho leerla MIQUEL del Cochuelo Norte

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  3. Que yo sepa los moros tienen prohivido comer cerdo

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