DON JUAN
Don Juan fue un maestro que estuvo en Urrea allá por el año 1965. Creo que estuvo unos tres años de los cuales yo no estuve más que un año con él ya que después estuve un par de años en Zaragoza. Creo que como persona es el mejor maestro que hemos tenido en Urrea. Jamás lo he visto pegar una bofetada, ni un palmetazo, ni nada. En fin, que era un buenazo.
Creo recordar que tenía tres hijos. Unos de ellos se llamaba Octavio y era muy amigo de Felipe el de la Maravilla, del Luis “el Lion”, del Lorenzo. Éstos, todos los días, al recreo, jugaban a vacas, mientras los otros chicos nos dedicábamos al fútbol o a los pitos entre otras cosa.
Esta anécdota ocurrió un día cualquiera en la escuela, mientras estábamos en clase. Siempre había a quien le entraban ganas de orinar o de hacer de cuerpo. Entonces había que ir a pedir permiso al maestro y te dejaba salir. Íbamos detrás de la tapia del corral de los “Perdigónes” (donde ahora viven el Moreno y el José Luis, los “Perdigónes”) y allí hacíamos nuestras necesidades.
Pues en esta ocasión, le entraron ganas de orinar al Javi el “Kubala”, que como todos sabemos no andaba demasiado bien del oído. Se levantó y se acerco a Don Juan para pedirle permiso para salir a orinar y entonces le dijo:
- ¡Don Juan me da usted su permiso para salir a mear! – a lo que Don Juan con toda su bondad le dijo:
- ¡ Vamos a ver Javi no se dice a mear, ¿Cómo se dice? – a lo que el “Kubala” empezó de nuevo:
- Don Juan, me da usted su permiso para salir a pijar!
Ya harto el buen maestro se le acerco a la cara y le volvió a decir:
- ¡Tampoco se dice así! ¿A ver cómo se dice?
Como se le había acercado a la cara, entonces el “Kubala” fue y le estampo un beso en la mejilla del maestro. Las risas de toda la escuela resonaron en la clase y el maestro tuvo que decirle
- ¡Anda marcha de una vez!
Estos eran toreros de cabras.
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