Yo hice la mili en Zaragoza, y todos los fines de semana bajaba a casa, aunque por aquel entonces lo hiciera autoestop, y cada tres meses tenia quince días de permiso, sé que para todos no fue igual pues tuvieron que ir a distintas capitanías de España , pero no pasaron de los quince meses, mientras yo estuve veinte al presentarme voluntario.
Esto viene a cuento de que rebuscando papeles por mi casa , encontré la cartilla de licenciamiento del abuelo de mi mujer Pilar, y que después de haber estado tres años en Africa, por supuesto sin permisos para venir a casa, cuando se marchara le dirían los padres¡ Bueno hijo hasta dentro de tres años!,sin ninguna noticia mas que la de alguna carta.
Pedro Muñoz Exposito, foto de 1908, Africa
Aquello si que debía de ser duro, pero en fin la mili se acabó y todos contentos, aunque siempre he dicho que hace algunos años , para algunos se trataba de la primera salida que hacían dejando el pueblo y sus familias, aunque también veía que se rompía la cadena de trabajo laboral que cada uno había escogido .
Aqui os pongo el certificado del abuelo de Pilar (nosotros la llamábamos La Blanca) y vemos la perfecta caligrafía del funcionario que había en Alcañiz, que era donde se pasaba esta revista, la cual estuvo pasando desde 1.909 hasta 1921, hasta que quedo libre del servicio militar. Toño
Eso eran hombres no estos podemitas refinados que tenemos ahora.
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