LA ESCUELA 1 (2)
Si hasta ahora íbamos juntos chicos y chicas, al subir a la escuela de los mayores nos separaron, las chicas a una escuela y los chicos a otra.
El maestro que teníamos se llamaba don Jesús Espuni, y los primeros días andabas algo atemorizado por el cambio, pero poco apoco te ibas soltando y la cosa iba a mejor, sobre todo si tenías algún hermano como era mi caso, aunque mi hermano muy pronto se marchó a estudiar a Zaragoza.
La escuela tenía una puerta y grandes ventanales pintados de verde. Su entrada estaba a ras de suelo y su puerta daba paso a un pequeño patio donde había otra puerta verde, que cuando te mandaban a entrar solo, había que decir pegando con los nudillos: ¡Se puede! Si no lo hacías te mandaban volver a entrar. Y cuando nos íbamos ya terminado el día había que decir: ¡Usted lo pase bien!
La escuela era amplia, tenía un suelo de tarima, cuatro filas de mesas para dos personas y una mesa para el maestro. Detrás de esta mesa había un par de pizarras grandes, la pared de la izquierda estaba llena de ventanales con muchos cristales y en la pared de la derecha había otra gran pizarra y al lado una estufa grande. En la punta de de detrás había una mesa alargada vieja y algo destartalada, ésta era la mesa de los tinteros y, ya en la pared de detrás, había otra pizarra grande y una puerta que daba a la biblioteca. No sé por qué se llamaba así porque no había libros.
Los recreos estaban rodeados por unos grandes pilones y una bardera baja y que al parecer los pilones estaban unidos por un barrote de hierro, así lo indicaban los agujeros que llevaban los pilones, pero no sé por qué, cuando yo subí no existían estos hierros.
Por cierto pasados bastantes años las dos casas aledañas a la escuela salieron con que tenía termitas y dijeron que había salido el foco de la escuela, y es que había mucha madera con la tarima del suelo.
Toño
Muy buena y pormenorizada descripción de la Escuela que yo también
ResponderEliminarconocí tal como la describes, incluso unos años antes en que teníamos como maestro a don Ramón Tirado, apodado "el Borceguín", oriundo de Albalate. Saludos RAMON
A nosotras nos bajaban a estudiar al colegio de las monjas en Hijar.
ResponderEliminarUnas pocas, muy pocas por cierto, teníamos la suerte de tener una maestra aquí Doña Lola que era una muy excelente maestra y además del magisterio nos enseñaba a coser y a bordar, estaremos siempre muy agradecidas a esta maestra, Doña Lola
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