sábado, 13 de enero de 2024

Anécdotas, Juegos

Otro era las trompas (peonzas) aunque yo he jugado poco con ellas. Se iba a romper las trompas de los demás con el pico que llevaban para reinar. Una vez me rompieron una muy maja que tenía y ya no jugué más.

Los “picos” de compra que llevaban las trompas, lo primero que hacíamos era quitarlos y poner otros con más punta que los solía poner el tío Luis “el Herrero”. le dabas una asa de caldero de cinc y te ponía el nuevo pico. Como curiosidad, si alguna vez se salía este pico, poníamos en el agujero, para que no se saliera cagallón de caballería  y así ya no se salía. 






La taba es un hueso que llevamos los mamíferos en la rodilla. Las que nosotros utilizábamos eran las de cordero. Después de rascarlas bien  con el cuchillo y dejarlas bien escoscadas, las poníamos a secar y ya estaban listas para el juego. 

Aunque una vez alguien arreglo una de caballería, era grandísima comparada con la de cordero, jugamos alguna vez pero pronto desapareció, pues no se podía llevar en el bosillo como las otras.

La taba consiste en cuatro partes , tripa, culo, verdugo y rey. El rey es el que mandaba, el verdugo ejecutaba lo que le mandaba el rey, el culo no pasaba nada y corría el turno, y la tripa es la que pagaba y tenía que sufrir el castigo que le mandaba el rey. Había varias cosa que te podían castigar: el huevo frito, un chorizo, medio chorizo, las frías..., pero al que más temíamos era al “paseo del rey caliente”. Esto consistía en que al que le había salido tripa tenía que arrodillarse y en las espaldas el verdugo le pegaba con una correa. Esto solo ocurría por venganza de partidas anteriores y el rey actual se la guardaba, si no, el pase del rey era con correazos fríos, o sea que eran suaves.




Hemos jugado montones de veces a la pelota en el trinquete cuando estaba cerrado. Procurábamos meter la pelota en el ricón que había para que no la pudieran devolver.



Toño

1 comentario:

  1. Gracias, Toño, por recordarnos aquellos sencillos y económicos juegos infantiles, que a veces culminaban con un cierto sadismo infantil cuando de castigar o de vengarse de alguien se trataba, como cuando te destrozaron tu querida trompa. Buena memoria gastas, amigo. RAMON

    ResponderEliminar