Con unos cojinetes, que no se de dónde sacaríamos (supongo que nos los facilitaría algún mecánico), y unas tablas hacíamos un patinete con manillar y podíamos girar. Como calles de cemento había pocas recuerdo que empujábamos, mientras otro iba montado, por una cera de cemento que había alrededor de la escuela. Al ser los cojinetes de hierro, hacian un ruido ensordecedor.
Los huertos los llevamos de calle, eso sí, sin que nos cogiera el guardía.
La época de los latones íbamos a cogerlos y enseñábamos los que habíamos cogido como hacíamos con los pitos:
Mira que bolsillada he cogido.
Hacíamos unas canutas con el espigón de las cañas y, después de bien rosigados, los huesos los tirábamos soplando a las chicas. Alguno también lo tiraba a las bombillas, como mi amigo “el Luciano” que rompió la bombilla del arco San Roque y después se la hicieron pagar.
Toño
Podeis publicar la programación del día de san isidro un saludo
ResponderEliminarY el color de la camiseta que llevaban también
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