DON JESÚS ORBAÑANOS
Nos acordamos en muchas
conversaciones del veterinario que estuvo tanto tiempo entre nosotros Don Jesús
Orbañanos, de él se cuentan multitud de anécdotas. Intentaré contar alguna.
Él nos daba, a los que
estudiábamos bachiller, ciencias
naturales. Aun lo recuerdo con su cigarrillo de tabaco picado, lo tenía
en sus manos y cuando quedaba poco lo cogía entre sus cinco dedos y
chupaba y chupaba hasta que lo tenía que tirar porque se quemaba.
Cuando estaba estudiando yo,
en nuestro curso estábamos tres: Jesús Sanz “El Torero”, la Tere la del
“Borrajas” y yo, entre otros más que había en otros cursos. Estábamos dentro de
la biblioteca de la escuela y de vez en cuando se salía por la escuela para dar
una vuelta lo que aprovechábamos nosotros
para poder hablar. Entraba siempre con mucho cuidado y si nos pillaba hablando
cogía un libro por detrás y nos pegaba con él en la cabeza.
Con los cursos siguientes,
como eran más, cambio de táctica: les preguntaba y como no se supieran la lección,
tiraba el libro por los aires. Todos que estábamos por la escuela entonces
hemos visto los libros de este curso cosidos con cuerdas porque se marchaban
las hojas por todos lados.
Un día llamó a Manolo “El
Fofó” y le pregunto la lección: ¡Vamos a ver Manolo explícame el ojo humano”.
El “Fofó” que no tenía ni idea empezó a decirle cosas que le sonaban del cuerpo
humano pero que no tenían nada que ver con el ojo, cuando se paraba porque no
sabía más, don Jesús muy tranquilo le decía: ¡Más!. El otro tenía que volver a inventarse
cosas y cuando acababa volvía a decirle ¡Mas!, así hasta tres o cuatro veces,
cuando ya se cansaba saltaba ¡Más burradas!. Naturalmente el libro volaba por
los aires contra la pared, y ya había en casa faena para repararlo.
Otra vez era el secretario
de la comisión, la comisión de entonces se dedicaba solamente a las vacas ya
que había todos los días, esto incluía poner las barreras en las calles y
después quitarlas, por la mañana y por la tarde. Contando que entonces se
hacían con maderos y atadas con soguetas, era mucho el trabajo que se hacía.
Las vacas se traían el día
de antes y era ya todo un
espectáculo cuando se encerraban por
primera vez en el corral , se intentaba no cerrar la puerta para que subieran
otra vez y volvieran a bajar, todo esto con los mozos por la calle. Ocurrió que a la vuelta
se escaparon las vacas. Esto era otra fiesta más. Todos los mozos a buscarlas y contando que casi siempre era
de noche, se iba con tractores y si decían que las habían visto por allí , pues
todos para allí.
Como he dicho el veterinario
era de la Comisión aquel año junto con otras personas más de Urrea. Uno de
ellos , al escaparse las vacas se dirigió al veterinario y le dijo :¡Don Jesús , ¿no
creería conveniente y necesario avisar a los demás pueblos y comarcas y a la
ganadería para que estuvieran sabedores de que se han escapado las vacas? A lo
que Don Jesús respondió tranquilamente: ¡Tócame los cojones!.
Una vez estaba Don Jesús
enfermo en la cama con fiebre y acudió a su casa una mujer con un tocinico
recién nacido. Llamó a la puerta y salió Doña Amparo que era la esposa del
veterinario y que hoy en día todavía vive. La mujer preguntó por Don Jesús, y doña Amparo le contestó que el
caso es que está malo y tiene fiebre, pero la mujer insistía e insistía que su
tocino también estaba malo. Entró a preguntarle
a Don Jesús, y le dijo: Dile que pase. Conque muy contenta entró la
mujer con su tocino que llevaba en una capaceta y allí que se lo saco encima de
la cama para decirle:
-
¡ Mire Don Jesús que no sé lo que le pasa al tocinico que no quiere
coger la teta de su madre y no quiere comer!.
Don Jesús se incorporo en la
cama y le dijo: Mira, te voy a decir lo que le tienes que hacer al
tocinico!........ ¡ Se lo metes en los cojones a tu padre!
Y estas eran las cosas de Don Jesús Toño
Muy buenas anécdotas!!
ResponderEliminarMe he reido un monton !!! Don Jesús era asi, tenia un humor muy irónico.
ResponderEliminarEs cierto, la imagen que tengo de el era aspirando ese cigarro hasta las entrañas a la vez que se llevaba la mano al pecho. Qué de recuerdos.......