Visibilizar la ELA desde Urrea hasta el Himalaya
Bajoaragoneses por el Mundo: Fidel García Sancho (Urrea de Gaén, 1984) lleva años recorriendo los picos internacionales
A todo le pone pasión Fidel: a la vida, a su trabajo de fisioterapeuta y a su gran afición que es el deporte de montaña. A sus 34 años atesora una gran nómina de ascensos, kilómetros y expediciones porque hace mucho tiempo que empezó a recorrer los picos del mundo.
Los montes Atlas (Marruecos), el Kilimanjaro (Tanzania), el Mont Blanc (Francia e Italia) o el Cotopaxi (Ecuador) son algunos en los que ha dejado su huella en expediciones relatadas en estas páginas.
En todos hizo cima y se fotografió con su bandera de Urrea de Gaén. Sigue recorriendo el mundo ya sea para participar en maratones, carreras en bici o a pie y, desde luego, continúa haciendo esas travesías tan duras pero que tan feliz le hacen. Los últimos ascensos han sido en Estados Unidos este verano pero antes, hace un año, realizó uno muy especial al viajar a Nepal.
«El Himalaya es el sueño», dice. Allí pasó 22 días con más compañeros de España. La aclimatación a la altitud fue en la vertiente norte del Annapurna. «No es el recorrido de ‘trekking’ comercial que realiza la mayoría de la gente», añade. Después de bajar descansaron en el pueblo tibetano de Marpha y se trasladaron a la zona norte del Dhaulagiri (8.167m) con el reto de ascender el Thapa Peak a 6.032 metros.
«La mayoría del grupo lo consiguió, yo me quedé en la arista cimera», recuerda. A media hora de la cumbre Fidel decidió parar. A varios días enfermo con una esofagitis y medicado, se añadió la escasez de reservas de energía y poca confianza en el tramo debido a una reciente nevada.
«Es curioso pero en la montaña como en la vida hay que escuchar a tu interior. Además, quería ayudar a un compañero en el descenso, así que, la decisión caía por su propio peso», comenta.
Esos cien metros no empañan la experiencia que Fidel define como «una de las más enriquecedoras» y es que además del ascenso cumplió una misión muy importante. La idea era como siempre, conocer «un rinconcito del planeta fantástico en cuanto a gente y paisajes» y hacer el ascenso al Thapa Peak. Pero esta vez había otro mensaje que difundir.
‘La ELA existe’
«En la bandera de Urrea con la que suelo viajar me apetecía hacerle un guiño a mi familia y en especial a mi tío», cuenta. Añadió el lema de ‘La ELA existe’ para dar visibilidad a la enfermedad de la que su tío Emilio Sancho falleció en julio. Para entonces él ya había ido a Nepal y participado en varios eventos deportivos con ese mensaje.
Si Fidel va extendiendo su huella solidaria por medio mundo, la que dejó una persona tan querida como Emilio en el pueblo es muy profunda. Su diagnóstico ya movilizó a todo Urrea hace dos años para organizar los célebres cubos de agua helada para visibilizar. Un pueblo retó a otro y los chupinazos de fiestas se convirtieron en unidad y concienciación.
En abril del presente año decenas de ciclistas de todo Aragón (entre ellos, Fidel) se citaron en Urrea para correr la Sesé Bike Tour logrando más de 20.000 euros para investigación, una gran cita en la que un emocionado aplauso arropó el mensaje grabado que envió Emilio. «Nadie mejor que él y los enfermos de ELA encarnan el espíritu de la montaña y quise tener un gesto. Todo para que no se olvide», reflexiona.
PERIODICO : La Comarca
Que grande eres en todo lo que haces y que orgulloso estaria papa Fidel de ti
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