Biografia de el hermano Matias de Mina

Creo que el Padre Matias, como lo llamábamos cariñosamente en Urrea, fue un personaje importante dentro de la orden de San Juan de Dios, a parte de ser un gran urreano pues venia por el pueblo siempre que podía, digno de ser recordado en nuestro pueblo , por eso he querido sacar esta pequeña Biografía que he encontrado en internet.

Sirva desde aquí este recuerdo para este gran hombre.

Toño

Hno. Matías de Mina Salvador
Nace en Urrea de Gaen (Teruel), el 17 de enero de 1912.
Ingresa en Calafell como postulante el 6 de diciembre de 1934 y en- tra en el Noviciado el 6 de marzo de 1935. Hace la profesión simple el 6 de marzo de 1936 y queda en la misma casa como ayudante del Maestro de Novicios.
El Movimiento Nacional le sorprende en Calafell. De julio de 1936, que ocurre esto, hasta julio de 1937, que es llamado a filas, vive en el Sanatorio de Calafell. Al llamarle al Servicio Militar, es destinado a Sanidad, a la Brigada Mixta Internacional. Tanto en Calafell, hasta ser movilizado, como una vez en filas, pasa por numerosas vicisitu- des y momentos de gran peligro. En la primera oportunidad, el 6 de abril de 1938, pasa a zona nacional y se incorpora a la Orden en nuestra casa de Carabanchel (Madrid). Durante su estancia en esta Casa, atiende a la Clínica Militar.
Dedicado durante gran parte de su vida a las tareas de gobierno en la Orden Hospitalaria, pudo haber sido uno más entre los Mártires Hospitalarios de 1936, ya que en aquellos momentos ejercía como ayudante en la formación de los jóvenes novicios de Calafell
(Tarragona).
Pasa luego a Barcelona en febrero de 1940. Antes de incorporarse a esta residencia, está un par de me- ses en Palencia. En Barcelona se hace cargo de la Escolanía, recién construida.
Asiste como vocal al Capítulo Pro- vincial de 1946 y es nombrado Se- cretario Provincial.
En el Capítulo Provincial de 1950 es nombrado Superior de Carabanchel, para continuar en el siguiente periodo con el mismo cargo en Barcelona.

Fue siempre un hombre muy culto, cercano a los Hermanos, buen músico y poeta, sobre todo deleitando en Comunidad siempre que se le pedía una pieza poética o musical. Alternaba sus investigaciones sobre San Juan de Dios, con el servicio a los enfermos, especialmen- te en el Comedor Social de Granada. Muy humano y muy de Dios. Respetuoso con todos. Amigo de todos.
Siempre que le decía que pertenecía a la Provincia de Aragón y a la Bética, me respondía: “No, Padre, yo pertenezco a Juan de Dios”.
Se sintió Hermano universal, se dio a todos los que venian a formar- se a Granada iluminándolos con lo mejor de la vida de San Juan de Dios y la Historia de la Orden Hospitalaria. Escribió varios libros so- bre el Santo y deja un legado escrito para seguir reescribiendo cosas históricas del mismo. Está para salir un muy valioso libro suyo sobre las Cartas de San Juan de Dios.
Estos últimos meses fue rendido por la enfermedad, que a sus 93 años todavía le permitió expresar su gran fuerza de voluntad en la rehabilitación y en el cariño a cuantos en la enfermería le atendían, de los que se deshacía en halagos. Hasta que el 23 de noviembre de 2005, tras un revés de salud, entregó su alma a Dios y a San Juan de Dios, a los 69 años de Profesión Religiosa y una vida grande de amor a la Orden Hospitalaria y pasión por el mundo que le tocó vivir.

En 1956 es nombrado Provincial de la Provincia de Aragón, permane- ciendo en el cargo hasta 1965. Al finalizar este mandato se le nom- bra Prefecto de estudios y toma como residencia Almacelles (Lérida). A este periodo siguen nueve años de Superior, tres en Sant Boi (Barcelona) y los siguientes seis años en Almacelles. Finalizado este mandato, queda de familia en Almacelles.
En noviembre de 1981 pasa a Granada, tomando como residencia el Hospital San Rafael, y se dedica muy activamente a investigar en archivos y otros lugares posibles sobre la vida de San Juan de Dios.
Tan pronto como se vio libre de las responsabilidades que conlleva la dirección de los Hospitales y la animación de la vida de las Comuni- dades, en Granada desarrolla su pasión investigadora de las cosas y los hechos de Juan de Dios. Pensada como una breve estancia, pron- to se vio atrapado por el embrujo de nuestro Santo, y parece como si ya no supiera o no quisiera librarse de él. Realmente fue un verda- dero enamorado de San Juan de Dios.

Edita: Curia Provincial Bética Hermanos de San Juan de Dios.          
Autor: Hno. José Ramón Pérez Acosta Noviembre de 2005