miércoles, 11 de septiembre de 2019

Un café bar que se llamaba Las Moreras1 (2)


Cuando entre por la puerta del  bar parece como si el tiempo no hubiera pasado, y que de pronto iba entrar una cuadrilla y pondría su moneda en la sinfonola y se acabaría el silencio, solo que nadie entro, y cuando volví a salir, la morera ya no estaba en la puerta.






                          EL AYER
Todos de una avanzada edad recordamos este bar con añoranza y cariño, era la parada de los domingos de largos paseos por la carretera, de cuadrillas de jóvenes, de parejas y de matrimonios mayores, y por supuesto toda la chiquillería que andaba alrededor, a mi me ha tocado pasar por todas esas fases, desde la tía Angeles y el tío Manuel, hasta la Gloria y el José, que fueron los que regentaron este bar, allá por los años 50 hasta los 80 mas o menos.
Pasando por las diferentes etapas que he vivido recuerdas de cada una de ellas las cosas que si volvieras a verlas las volverías a probar.
Cuando eras chico y cuando coincidías en Las Moreras con tus padres, de vez en cuando te compraban una limonada o naranjada, que entonces estaban las marcas Angle, o simplemente D, no eran demasiado buenas, pero a los chicos nos sabían a gloria, el caso que duraba poco en la botella, también existían unas gaseosas pequeñas, que yo recuerdo se vendían a dos pesetas, y que alguna vez juntamos entre dos una peseta cada uno y nos la bebíamos entre los dos, no sin decir ¡Ya vale que ya has bebido mucha!.
También recuerdo de muy chico que este era un bar muy adelantado, pues sacaron a la calle un altavoz, al que le llamábamos picú, (no se porque, si sería la marca), y en las noches de verano cuando tomamos la fresca en La Muela, decíamos ya se oye el picú, con varias canciones, entre ellas Marina Marina, Cachito, etc, etc, y los mozos lo pasaban bien .
Ibas creciendo y los paseos seguían por la carretera, ya nos íbamos parando con las chicas en el bar y ya se podía tomar una CocaCola, por aquellos tiempos se abrió en el piso de arriba todo lo que es el bar un baile, y todos los jóvenes del pueblo , hasta cierta edad pues recuerdo que estuve algún año que no nos dejaban entrar por jóvenes, y allí es donde nos enamoramos muchas parejas que hoy estamos felizmente casados, era curioso aquel baile, las chicas todas juntas en el fondo, los chicos juntos en el tocadiscos, discutiendo que disco poner e ir a sacar a las chicas, en las que obligatoriamente se decía ¡Bailas!, ya sabías a quien ibas a sacar y que lo mas seguro te diría que si, pero muchas te decían que no y tenias que volver con las orejas gachas hasta el tocadiscos y esperar a otra canción para poder probar otra vez con otra chica , y así hasta que encontrabas tu pareja, pero no se bailaba toda la tarde , si no que si bailabas mas de tres o cuatro piezas te decían que ya festejabas.
Pero bueno lo que hoy he venido hablar es del bar, pero al ser los mismos propietarios estar tan unidos el bar y el baile lo he sacado a relucir. 
Tambien ocurría que algunos de los mozos par envalentonarse un poco para poder sacar a las chicas, bajábamos al bar a tomar alguna copa de algo o moscatel, y así después todo era mas fácil en el salón de arriba.
Después de muchos años en el bar se retiraron la tía Angeles y el tío Manuel, su hija Maria Angeles no quiso seguir con el negocio y entonces lo cogió su sobrina Gloria con José, los cuales también estuvieron unos cuantos años .
De lo de las dos épocas lo que mas se recuerda de este bar son las salmueras, tanto era así que mucha gente de fuera se paraba comerlas de propio, estaban buenísimas.

CONTINUARA MAÑANA
Toño








2 comentarios:

  1. Yo tengo un recuerdo tan bueno de ese bar. Una pena que ya no exista.

    Recuerdo una vez, en la máquina de música se rayó un disco, la canción era "El Tomavistas" de Paolo Salvatore. El momento en el que la aguja saltaba y repetía indefinidamente el párrafo de letra no podía ser más gracioso y oportuno, en un juego de palabras de la canción que decía: "[…] Cómo quema el bañador como miran las gaviotas y las olas como van refrescando mis..., cando mis..., cando mis..., cando mis..." hasta que José apagaba la máquina.

    Poner una canción costaba un duro. Me gasté ese fin de semana más de 50 pesetas en canciones. ¡Qué dinero más bien gastado!

    El final del párrafo en cuestión podéis escucharlo si veis el vídeo de Paolo Salvatore: https://www.youtube.com/watch?v=LI5cBISOGNY

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  2. Recuerdo perfectamente cómo era al menos en mis tiempos jóvenes.
    Entrando a la izquierda estaba la sinfonola la de duros que habremos echado para escuchar canciones y a la derecha estaba el pimbal,sabe Dios la de partidas que habremos jugado !!
    Luego nos salíamos a la calle con nuestros helados frigo dedo, duolido, dracula ,frigo pie etc.. y allí nos sentábamos con los chicos de nuestra cuadrilla.
    Y como olvidarme de la de veces que mi padre nos traía a casa salmueras en un platito pequeño ovalado de porcelana, (cómo si lo estuviera viendo) qué ricas estaban!
    En fin momentos entrañablles e inolvidables los que hemos vivido en el bar las moreras, momentos que a veces daría algo por volver a vivir los.

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