Recuerdos de mi infancia, Navidades y Reyes

Las Navidades eran especiales para los chicos, teníamos vacaciones, todo empezaba con la cantinela de los Niños de San Ildefonso, primero en la radio y después ya en la TV, creo que ese día montábamos en mi casa también el Belén, iba con mi padre a coger musgo al cabezo de Santa Bárbara y después con mi madre íbamos montando el Belén.

Son muy recordadas por mi aquellas primeras Navidades de mi vida, mi hermano venía desde Zaragoza donde estaba estudiando y todos éramos muy felices, además aquellos días había buenas comidas y comíamos turrón.

Luego llegaba el día de Reyes que era para nosotros el más esperado porque te traían algún juguete. Recuerdo poner panizo rallado en la ventana y una botella con bebida para los Reyes, y a la cama a dormir nervioso. Una de las veces me trajeron un triciclo de madera, alguno os acordareis de ellos, dos ruedas atrás y una adelante con los pedales incorporados para darle con los pies, y una tabla de madera hacía de unión las ruedas de atrás con la de adelante. Pues en la mía su tabla era amarilla con unas cenefas rojas, una chulada, cómo iba a disfrutar con ella. Después de desayunar deprisa, porque había que salir a probar la bici, aunque ya di varias vueltas por la cocina, pero había que probarla en la calle. Al acabar el desayuno junto con mi hermano nos dirigimos hacia la plaza. La calle la Muela estaba de tierra así como la plaza, pero los trozos que estaban mejor los iba bajando montado en la bici. Ya en la plaza que estaba más pisada di unas cuantas vueltas por allí mientras mi hermano se juntó con sus amigos. Cuando me cansé  de dar vueltas por la plaza entré en el trinquete que estaba de cemento y allí se podía correr más. Como un loco me puse a dar vueltas y recuerdo que fue el Paco El Macipe que estaba jugando con una caña el que me la puso en el suelo para que saltara por encima de la caña. Yo, al ver la caña, acelero y al saltarla va y se parte la madera de la bici por el medio. Yo que veo la bici rota en dos trozos llorando para casa con dos bicis en cuenta de una. No entiendo como no se arregló aquella bici siendo mi padre carpintero, pero nunca se arregló y estuvo mucho tiempo en la pajera para recordarme que una vez tuve una bici pero por poco tiempo, nunca ya me compraron otra.

Otra de las veces me llamaron temprano porque estaban pasando los reyes en la madrugada por La Muela. Se oían sonidos de gaitas y guitarras y al final parecieron una cuadrilla, en los que yo reconocí al Casorrán que iba montado en el burro del tío Julio y  que como el Casorrán era tan grande los pies le pegaban en el suelo. También reconocí al Moreno el del Estanco, era esta cuadrilla los que pasaban. Creo que fueron mis últimos reyes que viví como niño. Ya me empezaba a oler algo.

Toño