miércoles, 11 de octubre de 2023

Recuerdos de mi infancia

 Una de las veces lo que hicimos fue que decidimos hacernos unos huevos duros. Estábamos jugando en unas eras de Santa Bárbara que daban a unos corrales. Dijimos: si tiramos el balón al corral y si viene la dueña diremos que se nos ha colgado. Y así lo hicimos, tiramos el balón y yo entre a cogerlo saltando por la bardera, tiré el balón fuera pero cogí tres huevos que había en el ponedor, después cogimos una botella de agua y una lata que encontramos bastante reluciente y nos fuimos a un pajar que había escachado y con dos piedras pusimos la lata llena de agua, los huevos e  íbamos echando palicos encendidos por debajo. Nos costó casi toda la tarde cocer los huevos, pero al final pudimos comérnoslos. Uno de nosotros fue a casa a coger una poca de sal. Nunca más volvimos a hacer huevos duros, por lo costoso que fueron de hacer y por lo secos que nos parecieron para pasarlos sin agua ni nada.


MÁS JUEGOS


Otro de nuestros juegos favoritos era en un montón de fiemo y colocar un madero, cuanto más largo mejor, y hacer lo que llamábamos un columpio. Montábamos en él dos equipos más o menos equilibrados de peso y subíamos y bajábamos impulsados cuando nuestros pies llegaban al suelo. Solo que se le ocurrió a alguien el tirarse todos de golpe cuando estaban en el suelo, resultando que en el lado que se tiraron solo quedo José Luis Meseguer y en el otro lado todos los chicos bajaron de golpe saliendo por los aires José Luis y cayendo al suelo se partió el brazo. Creo que pocas veces más jugamos a esto.


La forma de elegir dos equipos la solucionábamos de esta manera, dos echaban pies, que era empezar a contar desde una distancia con los pies uno detrás de otro uno cada vez. Cuando se llegaban a juntar decía el que montaba en el pie de otro ¡monta y cabe! Y si no cabía el pie al cruzado vuelta a empezar, hasta que cabía y este empezaba a elegir y así una vez cada uno.


Desde luego jugábamos en las eras y las porterías las hacíamos con dos piedra, era increíble cómo nos podíamos entender sin arbitro para decir ha sido poste, sin que el balón tocara la piedra o ha sido alta, ha sido falta, con la de follones que se montan ahora, incluso con el VAR.


En cuaresma íbamos, los viernes por la tarde a rezar el Viacrucis. Eso era bueno para nosotros pues pasamos la tarde al aire libre, y como sobraba tiempo hasta las cinco nos llevaban por las eras. De aquello recuerdo de hacer ya bastante calor y los cebollinos abundaban por las eras, hacíamos dos equipos e íbamos arrancando los cebollinos y después emprendernos con ellos en una gran batalla, a cebollinazo limpio.






Toño


No hay comentarios:

Publicar un comentario