A pesar de todos sus sufrimientos, se le veía feliz cuando llegaba a la meta.
Y quien mejor que el para contarnos como le fue, aquí va la crónica y las fotos que el me ha enviado.
Toño
Como
bien sabéis, este fin de semana se celebró el Gran Trail Aneto- Posets, una
prueba referente en cuanto a carreras de montaña.
5
pruebas con diferentes distancias, la que yo elegí fue la Maratón de las Tucas
42 km y 2500 m de desnivel.
El
viernes junto a mi familia llegue a Benasque para recoger el dorsal y pasar el
control de material, el ambiente era espectacular, más de 10.000 personas entre
corredores y acompañantes.
El
sábado a las 9 de la mañana tendría lugar la salida, en los últimos años he
podido participar en unas cuantas competiciones deportivas, pero en esta se
percibía un ambiente especial. Participantes y acompañantes reflejaban emoción
en sus caras, los abrazos y besos se sucedían
X la
megafonía sonaba Thunderstruck de AC/DC, cuando dieron la salida y ahí, ya no
había vuelta atrás.
Salí
en la parte trasera, porque mi objetivo era terminar y disfrutar, sin pensar en
tiempo o posición.
La
primera parte del recorrido iba muy bien, ritmo suave y disfrutando de las
vistas, en el km 12 estaba el primer avituallamiento, a partir de aquí es
cuando comenzaba lo duro, lo que no me
imaginaba es que lo duro no iba a ser solo el desnivel.
Una
descomposición intestinal de regalo.
Continuamente
tenía que salirme del recorrido y no precisamente para hacer fotografías, todo
lo que comía lo tiraba. Era consciente que así mucho no podría aguantar porque
la deshidratación y la falta de minerales me iban a deteriorar mucho, pero yo
seguí avanzando y de momento el cuerpo respondía.
Llevábamos
5 horas de carrera y estaba a punto de coronar el collado de la Plana (2800 m),
ahí me dio una bajada de tensión, lógica y casi esperada por las circunstancias
que precedían, pero que a su vez marco un punto de inflexión. Después de un
rato apoyado en una roca, bebí bien de agua, di dos bocados a una barrita y empecé
a plantear la prueba de otra manera, antes era una carrera y ahora un reto de superación.
La
mente es la que mueve el cuerpo y si la mente tira, el cuerpo tira y abandonar
la prueba en helicóptero no era una opción, por mucho que me hubiera gustado
ver el valle desde el cielo.
Mi
objetivo era llegar al siguiente avituallamiento y de ahí al siguiente, porque
la meta se veía muy lejos (a unos 22 km), empecé a pensar en historias que me
motivaran y seguí.
El estómago
me empezó a dar tregua y cuando llegue al refugio de Ángel Orús, ya pude comer
un plátano y una barrita, cargue un bidón de sales y otro de agua y continúe.
Lo
que restaba era casi todo bajada, pero pese a lo que pueda parecer, en este
tipo de pruebas las bajadas pueden de ser mucho peores que las subidas porque
las piernas sufren mucho.
Las mías
en este caso ya no estaban muy bien, porque el cansancio y la falta de
minerales me causaban constantes calambres. Pero esto ya era un mal menor.
Ya
en Benasque llegando al final me esperaba mi familia y junto a mi hijo crucé la
meta, un final muy emocionante que nunca olvidare.
Tiempo: 9 horas
37 min 51 seg.
Posición: 646
de 1.011 corredores. Javi
Acompañado??? Quiza... jajaja ;) ;) (guiño - guiño)
ResponderEliminarGracias por compartirlo, me ha emocionado
ResponderEliminarGrande Javi !!
De locos. Poner a prueba el cuerpo de esa manera puede salir caro.
ResponderEliminarEnhorabuena Javi, con todo lo que has contado que te pasó y terminar la carrera.... ya eres un CAMPEÓN.
ResponderEliminarCampeón de la gran cagada ja ja ja (es una broma)
EliminarQue bueno Javi, eres grande!
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