Hace unos cuantos años abundaban en Urrea los buenos galgos , y había bastantes en el pueblo los cuales hacia que se formaran cuadrillas que alegraban el monte con sus bullas cuando alguna liebre saltaba delante de ellos,¡Alaaaaaaaaaa! los galgos se esforzaban por atrapar a tan rápido animal, los de la cuadrilla animaban al galgo cada vez que este llegaba a un alcance, ¡Alaaaaaaaa! muchas de las veces la liebre ponía pies en polvorosa y los galgos rendidos volvían a la cuadrilla con las orejas gachas y el rabo entre las patas, pero si conseguían cogerla venían con alegría hacia sus amos con el rabo en alto para entregarles el trofeo.
Todo aquello fue desapareciendo hasta no quedar ningún galgo en el pueblo, ya hará por lo menos una docena de años que ya no había visto una carrera real, aunque sigo viendo por internet mas de una de estas carreras, me gustan, son carreras de poder a poder.
Por eso este año cuando me enteré que el Antonio "El Madrileño" se había echado una galga , le dije el día del desvedo iremos los dos a ver alguna carrera.
Estuvimos toda la mañana del domingo y pudimos ver alguna carrera de liebres y de vez en cuando alguna de los esquivos conejos, que buscaban rápidamente su madriguera.
Al final solo pudimos coger una liebre, pero pasmos una mañana entretenida y agradable, incluido almuerzo, pisando esparteras y ribazos en plena naturaleza.
Volveremos a salir algún otro domingo a ver si se pone mejor en forma la perra de Antonio.
Toño
Hay que entrenar más esos perros.
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